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miércoles, 15 de febrero de 2012

A Liliana Farah

MURIENDO DE A POCO de Liliana Farah y.. " MI DEDICATORIA " Facebook 13-02-12 El tiempo acompaña, la borra de angustia que he cosechado, la llovizna refleja, un caudal de lágrimas, inundando el sembrado. Promesas lavadas, están floreciendo dentro de mi campo, corriendo deseos de amor implacable, contra un muro me estampo. Vuelo de magnolia, cubren desde lejos la desesperanza, que aqueja la cumbre, de un mar tempestuoso con mis añoranzas. Capricho disuelto en una agonía, que espera callada, robándome un sueño, mi vida desecho en una ensenada. ¡Te dí la frescura de un campo regado! ¡Te dí la tibieza del sol en tus manos!, ya nada me queda, todo te lo he dado y… tu amor…tu amor fue lejano. Evoco un suspiro entre la tiniebla y mi alma profano, muriendo de a poco, el color se opaca y tu perdón es vano. Montaña lejana que has cobijado, tantos desencantos, lleva mi congoja hasta tu guarida, cubriendo mi llanto. Que tu nieve penetre, en mis sentimientos, hasta congelarlos, y mi amor amanezca, dormido en el frío, para desterrarlo. Autora: Liliana Farah y COMPLEMENTO DEDICADO A LILIANA FARAH Muriendo de a poco por las mágicas rutas del sentir vengo y voy, vuelvo y regreso con nada en las manos porque ya todo,todo te lo he dado y me pregunto: ¿si no llevo nada, para que sostenerlo? ¡y, lo suelto! Pero... ¿qué suelto, si es nada? Entonces... callo, medito y conmigo me quedo queriendo de apoco de nuevo vivir, porque revivir ese amor, por tí, ¡no quiero! Autor: José Aljives Muñoz

martes, 14 de febrero de 2012

LAZARILLO Y EL ESCUDERO

Día 14-02-12 Facebook LAS VIVENCIAS DEL LÁZARILLO CON EL ESCUDERO Le seguí feliz, admirando su extremo porte. Cruzamos calles, plazas, ventas y más ventas (relamíame de gusto lo que había en ellas), pero nada, de largo seguía y seguía sin tregua hasta llegar a una Iglesia, donde devotamente oyó misa y todo lo que conlleva. En terminados los oficios salimos y víme recorriendo los mismos lugares pero a la inversa. Se paró en una casa cuya puerta abrió. Entramos en la oscura mansión y quitóse la capa que con pulcritud dobló. Preguntóme de mis idas y vueltas. Le conté lo que mejor pareciere de ellas, mintiendo más que hablaba al no haber entrado con él en confianza. Una vez mi alegato hubo terminado, inquirió si había comido. En diciéndole que no, ante mi sorpresa comentó: “Que el lo hacía muy temprano y hasta la cena no probaba bocado” Me recomendó que lo mismo hiciera yo. ¡Válgame el cielo, voy de mal en peor! Con un ¡ay! arrancado del fondo de mi corazón a punto estuve de desmayar y, aunque tenía claro que la salud del cuerpo comenzaba con el trabajo del estómago, requerí a los piquetes de huelga la depusieran al propio tiempo que al Creador le pedía: ¡Ven, dame, cédeme tu fortaleza! y... gracias a ella, el hambre de momento se deslizó como el agua en el río, como viento en la estepa. Uno propone, pero el hambre en apretando es cual vendaval o jauría de lobos tras una pieza que jamás la pierde, ni deja títere con cabeza. De esta forma sentíame, a la vez que saqué de la bolsa unos trozos de pan que tenía como única hacienda. Disponíame a saborearlos cuando exclamó: ¡Pardiez! a fe que parece bueno y limpio ese pan, a la vez que comenzaba a dar buena cuenta de él. En observándole tan diligente y presto, más lo fui yo, no sea que acabase con todo en un santiamén. Finalizando a la par tan improvisada competición. ¡El que no corre vuela, pensé! (y... mañana día 15 la historia seguiré, jejeje...) De mi libro: “De la mano del Lazarillo” Copyright e I.S.B.N.: 84-609-1131-4

viernes, 10 de febrero de 2012

Picarezca

Día 10-02-12 Facebook ¡LLAVE QUE SECRETOS HA DE GUARDAR, PONLA A BUEN RECUADO EN OTRO LUGAR! Al tener la conciencia turbia, la noche no sólo dábame miedo, sino terror, porque mi amo al más ligero rumor levantábase y a garrotazo limpio la emprendía contra el pobre arcón, al tiempo que exclamaba: ¡Salid, malditos bichejos! ¡Salid, de mis aposentos! Como consecuencia de tanto estruendo, no dejaba dormir ni a los vecinos ni a mí. Siempre aparecía con el garrote en ristre, rebuscando entre las pajas donde dormía o en mis ropas, porque al parecer le dijeron que al calor de las criaturas, del frío se protegían. Cada mañana me preguntaba si había sentido algo en mi cama. Como buen chico muy seriamente le contestaba: ¡Válgame el cielo, que Dios no lo quiera, esos bichejos me dan mucho miedo! En su ausencia, por el día dormía lo que por la noche no podía, pero no sin antes la culebra, mejor dicho “el culebro” con presteza, saña y limpieza se obsequiara con su ración de pan y cortezas de queso diaria. Como el ataque a sus viandas no remitiese, el clérigo manteníase en constante acecho, provocando en mí, tal miedo, que decidí dormir desde ese momento, con la llave en la boca por si las moscas, no sea que cualquier día la encontrase entre mis cosas, evitando así, que sin pasar por el purgatorio de un garrotazo me mandase derechito al infierno. Para mi desgracia, las predicciones no se hicieron esperar. Una noche durmiendo con la boca abierta de tal forma se cruzó la llave, antes de mis bienes, ahora de mis males, que siendo hueca o de canuto ¡la muy traviesa! al respirar o resoplar, como serpiente silbaba. Despertándose por este motivo el malévolo cazador y en creyendo oír a su presa, quedamente se acercó e hizo estallar con todas sus fuerzas el vil garrote en mi preciada testa... (Continuará. Feliz fin de semana, hasta el lunes) De mi libro: “De la mano del Lazarillo” Copyright e I.S.B.N.: 84-609-1131-4

lunes, 6 de febrero de 2012

Facebook 06-02-12 Dedicatoria

MªIsabel Barrio,Ines Alegre,Carol Digital, Carlos Rodriguez, Lou Arroyo como “Lazarillo...” os agradezco los elogios. A vosotros: Fran Quintero, Stefanía Tana, Clave Canaria, Jordy Pozi por haberme leído: Gracias. María Sanchez, Carmen Cadenas, Arturo Quintana, Richi Glez, ElenaRoher, Javier Santana. continuad siguiéndome que sorpresas no faltan. Eva Aragón, María Mateo como “Lazarillo” vuestros elogios agradezco; Celso Martinez, Heysel Jarques, Camila Idalgo y Sonia Serrano, leedme, que os sorprenderé a diario; y, a vosotras Angélica González, Deborah Sofía Elisabeth Ossa y Montaño, de nombre Sara por leerme: MUCHAS GRACIAS. Todos, TODOS, me habeís templado el alma y, por eso, os dedico estas palabras: Fui consciente, responsable y, esta mi Historia me atrevo a contaros. Supe vivir, del mal vivir, que me dieron todos mis amos. Por linaje, no fui Caballero, como el insigne Don Quijote que lleno de visiones y fantasías arremetió contra molinos y gigantes, mientras que pobre de mí (aunque cuerdo fui) la picaresca fue mi lanza, mi escudo, sustento y esperanza. Cruce calles, plazas, caminos y veredas, encontrando puertas cerradas y, en las abiertas, de comer... na, nada, de náa. ¡Mal haya sea mi estampa! Como Lazarillo de un Ciego, vapuleado fui. Como ayudante de un Clérigo, apenas comí. Admiré en el Escudero, su porte y estrategia. Del vendedor de Bulas, su ingenio y, del Alguacil... qué puedo decir: “A palos nos molieron y... ¡Si te he visto amo, no me acuerdo!” Como veréis de comer nada, mucho entendía viviendo de “pura honra” que a espuertas repartía. Siendo Sistemático Santero Sensible Sabiendo Ser Siempre Simpático Sombra Simiente Sementera Sinfín Sin Saberlo Siquiera y... por todo ello, de éste ”De la mano del Lazarillo” OS ESPERA. Copyright José Aljives Muñoz

miércoles, 1 de febrero de 2012

COMO LE FUE CON UN CLÉRIGO

Día 01-02-12 facebook Prendado por la magia de los caminos el dolor quedó haciendo olvido. Me refugié en Ma queda con la esperanza de llenar a diario mi maltrecha panza, con el único menester que Dios me dio a saber y entender y que como yo, nadie sabía hacer. Me encontraba cierto día, pidiendo pan para mi mesa siempre presta, cuando un clérigo me preguntó si sabía ayudar a misa. Sin prisa pero sin pausa contesté que sí e ipso facto monaguillo-criado fui. Hasta ahora, estuvo bien lo que bien acabó, pero, será mejor lo que ahora comienza, porque si, avaro y roñoso era el ciego qué podré decir del amo nuevo. Ven si no lo que aconteció.... De mi libro: “De la mano del Lazarillo” R.P.I. – I.S.B.N.: 84-609-1131-4

martes, 31 de enero de 2012

El LAZARILLO Y EL CIEGO

Día 31-01-12 Facebook
y...última vivencia con el ciego:
Para desahogarse el perverso ciego
contó con tanta gracia mis hazanas y felonías,
que hasta yo, me desternillaba de risa.
Más tarde nos reconciliaron,
pero desde ese momento decidí abandonarlo.
¡De burlas, de tantos amaneceres ateridos
y malos tratos, ya estaba harto!
Por ello, aproveché un día de nuestro quehacer
en que lloviendo a cántaros,
le aconsejé regresar a la posada
atravesando el arroyo de un salto
por donde más estrecho estaba.
La idea le pareció bien,
pues no era cosa de mojarse los pies.

Con cariño, lo llevé a donde había un pilar,
le puse enfrente diciéndole,
que aquel era el paso más angosto.
Me ordenó saltar, así lo hice esquivando el poste o pilar.
Desde allí le grité: ¡Ánimo mi amo!
A pies puntilla, sin dudarlo un instante
y con carrerilla incluida ¡zas!
Siguió mi último consejo dándose un testarazo.
Con esta hazaña tan lograda como Lazarillo me despedí.
¡Corrí como alma que lleva el diablo
que ni para comer, aminoré el paso!

De mi libro: “De la mano del Lazarillo”
R.P.I. –  I.S.B.N.: 84-609-1131-4

lunes, 30 de enero de 2012

PARA DISFRUTAR

Día 30-01-12 Facebook
LÉEME Y DISFRUTARÁS CON SUS HISTORIAS:
...seguimos hasta la posada,donde el bribón rezaba
para la mesonera y otras damas.
En premio, una longaniza de prestancia
(con especial seguridad, puedo dar fe de ello).
Mientras tanto la asaba, me mandó por vino,
pero al ver en un rincón un escuálido nabo,
presto le dí el cambiazo,
y... sin encomendarme ni a Dios ni al diablo,
dí buena cuenta de ella, relamiéndome de gusto
¡... estaba tan rica la condenada!

Regresé raudo y veloz como el viento,
a la par que el primer mordisco que daba el ciego.
¡Ay... pobre de mí! La cólera le sobrepasaba
y lleno de angustia, con firmeza me excusaba
jurando y perjurando de mi inocencia.
De nada sirvió tamaña treta
pues cogiéndome en vilo, metió su nariz
hasta casi donde descansaba “la muy condenada”
¡Fue tanto el alboroto provocado y el sofoco
que terminó toda la longaniza... aterrizando en su rostro!

De mi libro:”De la mano del Lazarillo”
R.P.I. –  I.S.B.N.: 84-609-1131-4